oda a pé

(tengo varios amiguitos, pero en esta ocasión me referiré a una chica especial. Que nadie se ofenda eh!)

Hoy me sobran 1000 sonrisas, si es que vas necesitá.
Si tuviera dinero te invitaría a un vermú
Aceitunas, berberechos, unas bravas, chin-chín salud!
Chin-chín por ti,
chin-chin por mí,
chin-chín.
Aperitivo de las 12 - Pastora

Que bien cuadran las palabras de Cristina y sus subterráneos en lo nuestro porque tal como ella canta, yo también “hace tiempo tuve una amiga” que me enseñó a que con gracia todo pasa, con la cual hablar sobre cualquier estupidez no era indicio de que entre nosotras ya no existiera tema, que realmente escuchaba sin emitir juicios valóricos absurdos.. no sé si siempre dijiste aquello que quise oír, pero tus palabras siempre vinieron bien. Y es que eres tan especial, aunque suene ultra manoseado. Un ser de otra dimensión, una tonta nada grave (y lo digo con cariño y respeto eh!), una pesá a la que los monos se le pasan a los 5 minutos. Y no sabes como te entiendo! Porque me siento un reflejo de ti... quizás con menos genialidad escritoral, o menos materia gris en el mate... con muchas menos cosas que decir, pero con bastante que entregar. Aún así te veo como un igual, alguien con quien no tengo que fingir, con quien soy como soy... alguien a quien le puedo decir hasta la cosa más idiota que se me ocurra (y ojo! que no son pocas). Por lo mismo, te doy las gracias. Por estar en mi vida y no haber salido corriendo de ella. Por no tirar la toalla con esta pendeja inconsecuente que se demora mil siglos en el súper porque la oferta (desgraciadamente para los indecisos) es demasiado amplia; a la que tienes que venir a dejar porque no se atreve a andar sola por la calle; a la que debes alentar cuando ni tú tienes ganas de seguir adelante. Muchas gracias por creer en mí amiga. Te quiero mucho, tanto tanto que no concibo seguir aquí si no es en tu compañía. Y filo con que suene lésbico!!! Hoy me siento ultra afortunada porque “hace tiempo tuve una amiga”, pero hoy la sigo teniendo.


PD. Y aunque las cosas no salgan ná, y nuestros entrevistados nos dejen plantás, que frente a unos tentadores bolliquesos no tengamos fuerza de voluntá, que sigan apareciendo kilos demá y que junto al baño quedemos sentás, sé que para ambas se viene un futuro alentador. Porque al tenernos la una a la otra ná puede salir mal.