en mis sueños (o en los tuyos)
Por aquí pasó un pequeño principito. Y si bien suena algo triste, esta vez no me dolió su partida. Me basta, o bastó, con haberlo disfrutado una noche entera. Eso si, seguiremos encontrándonos de vez en cuando, pero no en este pequeño planeta sino en la mágica dimensión de los sueños.. y es que de terrenal, lo nuestro no tiene nada...
5 comentarios:
como ya habíamos dicho....
cuidado con freddy krugger!!!!
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algunos dicen que soñar no cuesta nada, y es verdad!! analicemos la frase:
"soñar NO cuesta NADA". seguramente qisieron decir 'soñar cuesta nada'... de ese modo, no compartiría su opinión.
pero como dice o se dice 'soñar no cuesta nada', mmm coincido totalmente.
así que, en definitiva, ten cuidado con y en tus sueños!!! la mayoría de las veces son incontrolables.
pero, por otro lado, qué otra cosa queda si nos quitan los sueños?
imagínate sin dormir!
el sueño existe?
esperemos que sí.
:)
entonces, desde esa lógica, mi frase final debería ser "de terrenal, lo nuestro TIENE NADA"??
necesito respuestas urgentes, profesora Banderas!!
amiguita, me perdonas???? no sabía lo que hacía!!!
recuerda que puedes vengarte en cualquier momento (eso sí, trata de controlarte... tampoco es para tanto la cuestión).
no daré consejos a lo profe banderas, pues no me corresponde. sería una deshonra para la real academia de la lengua española, ok?
ya, eso sería. continues por msn :)
Divagaciones
Su sueño era profundo y hermoso, libre de cualquier pesadilla. Hacia mucho tiempo que no conseguía dormir con tal ligereza, lo que, sin duda, alimentaba su cuerpo, pero por sobre todo su espíritu.
Cuando abrió los ojos, le pareció como si hubiesen pasado cuatro largos años de vivir ideales siempre perseguidos y anhelados. No obstante, no recordaba donde se encontraba ni de qué forma llegó ahi. Parecía todo cubierto con un delicado velo que fusionaba lo onírico y lo consciente.
De pronto giró su cabeza y con grato asombro contempló un cuerpo de mujer. Se quedó asi por un instante...y en ese preciso momento comprendió.
Luego, con una pincelada de idealismo todavía en sus palabras, murmuró al oído de aquella mujer aún dormida: de una sola cosa estoy seguro. Lo nuestro de terrenal no tiene nada...
sencillamente me mataste..
La vida es un sueño... y los sueños son....
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